La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple.
Sal 18, 8
Oración inicial
Padre eterno, vuelve a ti nuestros corazones, para que,
buscando siempre el único bien necesario y practicando la caridad fraterna,
vivamos consagrados a tu servicio. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Maestro y
Señor. Amén.
DIOS NOS HABLA. CONTEMPLAMOS SU PALABRA.
I LECTURA
Somos “de Dios”. Esta pertenencia y esta identidad
conllevan un determinado estilo de vida. No podemos ser “de Dios” y obrar como
si él no existiera, como si él no fuera el que da sentido a toda nuestra vida.
La Alianza con Dios configura todo nuestro ser.
Lectura del libro del Deuteronomio 26, 16-19
Moisés habló al pueblo diciendo: Hoy el Señor, tu Dios, te
ordena practicar estos preceptos y estas leyes. Obsérvalas y practícalas con
todo tu corazón y con toda tu alma. Hoy tú le has hecho declarar al Señor que
él será tu Dios, y que tú, por tu parte, seguirás sus caminos, observarás sus
preceptos, sus mandamientos y sus leyes, y escucharás su voz. Y el Señor hoy te
ha hecho declarar que tú serás el pueblo de su propiedad exclusiva, como él te
lo ha prometido, y que tú observarás todos sus mandamientos; que te hará
superior -en estima, en renombre y en gloria- a todas las naciones que hizo; y
que serás un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, como él te lo ha prometido.
Palabra de Dios.
Salmo 118, 1-2. 4-5. 7-8
R. ¡Felices los que siguen la ley del Señor!
Felices los que van por un camino intachable, los que
siguen la ley del Señor. Felices los que cumplen sus prescripciones y lo buscan
de todo corazón. R.
Tú promulgaste tus mandamientos para que se cumplieran
íntegramente. ¡Ojalá yo me mantenga firme en la observancia de tus preceptos! R.
Te alabaré con un corazón recto, cuando aprenda tus justas
decisiones. Quiero cumplir fielmente tus preceptos: no me abandones del todo. R.
EVANGELIO
“‘Sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el
Cielo’. La referencia a Dios es inequívoca. Si tenemos esto claro, evitaremos
el error de pensar que nosotros, los seres humanos, con nuestra propia fuerza, podemos
crear un estado de paz, tranquilidad y bienestar. Pero hemos sido llamados por
Dios para seguir su ejemplo y, confiando en él, arriesgarnos a hacer lo que
aparece como humanamente imposible. Jesús lo realiza en la superación de todos
los límites” (Rudolf Schnackenburg, Todo es posible para el que cree, Ed.
Paulinas).
✚ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 5,
43-48
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo:
“Amarás a tu prójimo” y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus
enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en
el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la
lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman,
¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan
solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los
paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el
cielo.
Palabra del Señor.
MEDITAMOS LA PALABRA
En el evangelio de hoy, Jesús nos repite que debemos amar a
nuestros enemigos... y aun, en este asunto, ir mucho más allá de lo que
ordinariamente es corriente y natural entre los hombres. «Si saludáis tan solo
a los hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?»
Ya el Deuteronomio recordaba a los judíos que habían entrado en un sistema muy
particular de relaciones con Dios, la Alianza, Fuente de una vida nueva.
-Hoy has elegido que el Señor sea tu Dios.
¿Es esto verdad? ¿Puedo decir, realmente, que lo he
elegido? Este es todo el sentido del bautismo... Debería ser el sentido del
bautismo. «Elegir a Dios».
Era yo muy pequeño, sin duda, cuando me bautizaron.
Pero, desde entonces, ¿he ratificado mi elección?
Repaso qué ocasiones, en mi vida actual, me empujan a
volver a hacer esa elección: ¡elegir a Dios!
-Para seguir sus caminos, para observar sus preceptos.
Mira las «ocasiones».
Una multitud de pequeñas decisiones concretas. A lo largo
del día. De la mañana a la noche. «Caminar por los caminos de Dios»... poner
mis pisadas en las suyas... hacer lo que El haría si estuviese en mi lugar...
Jesús dirá: «si me amáis, cumpliréis mis mandamientos».
Efectivamente, cuando amamos a alguien tratamos de hacer lo que le agrada.
-Y para escuchar su llamada..
No se trata solamente de la fidelidad material a unos
preceptos, a un catálogo de cosas permitidas o prohibidas...
Es la respuesta a una llamada. y para ello «escuchar».
Moral abierta. Exigencia infinita, jamás acabada.
Ilumíname, Señor, sobre qué esperas de mi; y luego cuando
lo haya percibido mejor, no me abandones, ayúdame también a cumplirlo.
-Porque el Señor también te ha elegido.
Para que seas especialmente su pueblo.
Esta es la expresión de la Alianza. Una reciprocidad de
elecciones. Una reciprocidad de amor. Te he escogido. Me has escogido. Te amo.
Me amas.
Detengámonos a considerar esas expresiones.
Fue la lenta y larga experiencia del pueblo judío, jalonada
de crisis y de traiciones.
-Entre todos los pueblos, tú serás un pueblo consagrado al
Señor.
La elección de Dios supone mucha responsabilidad.
Confesarse cristiano significa que uno se ha comprometido con todo su ser. Es
una exigencia absoluta, una consagración a Dios, un compromiso con el proyecto
de Dios, con los designios de Dios, con sus maneras de ver.
Mi visión del mundo, ¿es también la visión de Dios?
Mi compromiso en el mundo ¿se corresponde con los designios
de Dios?
¡Pueblo de Dios! ¡Pueblo consagrado a Dios!
ORAMOS CON LA PALABRA
Dice el Señor:
“Sean perfectos
como es perfecto
el Padre que está en el cielo”.
Mt 5, 48
Oración conclusiva
Dios nuestro, que tu bendición nos fortalezca, para que no
nos apartemos nunca de tu voluntad y podamos gozar siempre de tus beneficios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
¡Buena jornada!
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